Transformaciones y desafíos en la pareja al convertirse en padres

La llegada de la maternidad no solo trae consigo nuevas motivaciones, sino también una serie de cambios que impactan en la dinámica de pareja. ¿Cómo afecta la rutina y qué sucede con la relación? En este mes dedicado al amor, nos sumergimos en reflexiones sobre la pareja al convertirse en padres. Para explorar estos temas, tuvimos el placer de conversar con Mauricio Strugo, psicólogo terapeuta Gestalt y experto en vínculos.

¿Por qué algunos hombres resisten los cambios después de la maternidad?

Es natural que enfrentemos dificultades ante los cambios, especialmente cuando la mujer se convierte en madre. La transformación postparto puede hacer que la pareja se sienta desconocida. La adaptación es crucial, ya que la maternidad implica uno de los actos más trascendentales de la vida.

¿Cómo se puede valorar el trabajo de la madre en el hogar?

En nuestra sociedad, la productividad suele medirse en términos económicos, lo que lleva a minimizar el papel de las madres como trabajadoras. Es esencial reconocer el trabajo de cuidado y gestión del hogar, apreciando el esfuerzo que implica mantener una estructura funcional.

Recomendaciones para los padres en el posparto:

No subestimar ni burlarse de las experiencias de la mujer es clave en el posparto. En lugar de imponer límites, se recomienda brindar apoyo, comprensión y aceptación de los cambios. La fase posparto es una oportunidad de transformación que requiere empatía y colaboración mutua.

¿Por qué algunos hombres presionan para retomar la intimidad sexual rápidamente?

Contrario al mito de la constante necesidad sexual en los hombres, se debe entender que la libido disminuye en el posparto. La búsqueda desesperada de intimidad puede ser un intento de recuperar la conexión perdida, pero apurar la sexualidad puede resultar contraproducente, generando más distancia.

¿Cuál es el papel del padre en la vuelta laboral de la madre?

Es común que los hombres subestimen el trabajo de las mujeres, enfocándose en la ganancia económica. Se destaca la importancia de apoyar el regreso de la mujer al trabajo, reconociendo las dificultades de conciliar la crianza con las responsabilidades laborales. Romper con roles tradicionales beneficia a ambos.

En conclusión, la transición a la maternidad implica un ajuste para la pareja, pero con empatía, comprensión y apoyo mutuo, pueden superarse los desafíos y fortalecer la relación.

Cómo organizar tu agenda con la vuelta al cole

Volver a la rutina familiar post vacaciones de verano puede ser caótico mientras nos adaptamos a las actividades de nuestros hijos.

Priorizar nuestras actividades es tan importante como la de ellos. Siempre digo que si nosotras estamos bien ellos también. Y aunque pensemos que lo nuestro siempre puede esperar, la verdad es no es un buen mensaje para compartir.

Te dejo tres recomendaciones para organizarse en esta vuelta al cole:

Planificá tus actividades:

¿Te preguntaste qué actividad querés incluir en tu vida este año? ¿Tenis, yoga, running o ir todos los jueves a un after office con tus amigas? Si vos entendés cuáles son las actividades que no estás dispuesta a «mover» o sacar de tu día vas a poder armar tu cronograma diario mucho más fácil y sin quejarte.

Roles:

Ordenarse es la clave para evitar » Yo hago todo». Hay que ordenar agendas y compartir el cuidado de los hijos durante la semana. Lo ideal es que puedan dividirse días fijos cada uno, así vos sabés qué espacio queda libre en tu agenda para dedicarte a lo tuyo. Y entender que se puede pedir ayuda a otro familiar o persona de confianza. Aprender a delegar y pedir ayuda no tiene que hacer sentirte mal.

Excusas, de lado:

Recordá que, si sentís que no tenés tiempo para tus cosas, es porque estás haciendo demasiadas. Entonces, acá tenés dos opciones: o delegás o dejás de incluirlas en tu agenda. La optimización del tiempo es tu responsabilidad, porque nosotras decidimos a qué le decimos que sí y a qué le decimos que no. Lo que querés incluir en tu día incluilo en tu agenda: SIEMPRE!

Sin dudas volver a la rutina puede ser complicado pero si ordenás, armás un esquema, trabajando en equipo y teniendo en claro que es la oportunidad para organizar tu agenda también vas a ver que vas a empezar a disfrutar.

Hacer el tiempo para tus cosas depende de vos. ¡Feliz vuelta al cole!

La vuelta al cole, un juego y la oportunidad de divertirnos en familia

Febrero de 2022. Casi listos para una nueva vuelta al cole. La rutina de las compras y ¿más de lo mismo?

La pandemia cambió muchas cosas y, si bien parecería que el regreso a clases va a ser normal, sabemos que ese normal ya no existe. Porque no somos los mismos; nuestros peques, tampoco.

Entonces, ¿por qué tomar la vuelta al cole como siempre? 

En uno de sus artículos para La Nación, de Maritchu Seitún plantea que si tan sólo volvemos al cole y damos vuelta la página así sin más, estaríamos dando la espalda a lo que descubrimos, disfrutamos y aprendimos – con dolor – durante la pandemia. Y tal vez perdamos la oportunidad de capitalizar esas experiencias.

Por eso, este año te proponemos correrte un poco de los útiles y la ropa del cole para jugar al entrevistado.

Sí, jugar. Con el equipo de De Madre a Madre armamos una especie de guión y un cuestionario disparador para proponerte un juego de roles. Entonces vos serás quien entreviste y tu peque la gran figura.

La idea está orientada a peques a partir de los 6 años y tiene un trasfondo por supuesto. Que te tomes un ratito para jugar, para brindar atención exclusiva y tengas la oportunidad de generar un espacio de diálogo. Donde tu peque pueda contarte lo que piensa y siente del cole.

Si te animás, va el guión y cuestionario.

Como te conté, la propuesta es jugar. Así que todo extra que quieran sumarle es bienvenido. Preparar el ambiente, grabarse con el celu, más o menos preguntas, otras, más entrevistados. Todo vale. Sólo te dejamos una idea de base.

“Hoy tenemos como invitada/o a [nombre de tu peque] para que nos cuente un poco qué le parece el cole y qué espera para este [año que cursará tu peque] año.

¡Hola [nombre de tu peque]! Bienvenida/o. Te voy a ir diciendo unas frases para que completes con lo que te parece y unas preguntas. ¿Te animás?

  1. «Empezar las clases me hace sentir…», 
  2. “Lo que más me gusta del cole es ….», 
  3. “Espero que mi seño este año sea…», 
  4. “Este año me gustaría aprender…»
  5. Si las seños y profes te dieran un súper poder, ¿cuál te gustaría que fuera?
  6. ¿Por qué te parece que vas al cole?
  7. Si pudieras cambiar una regla del cole, ¿cuál sería?
  8. ¿Qué es lo más importante que aprendés en el cole?
  9. ¿Para qué crees que te sirve eso?
  10. ¿Qué es lo que más te gusta estudiar en el cole? ¿Por qué?
  11. ¿Que es lo más divertido?
  12. ¿Qué te gusta hacer en el recreo?
  13. “Cuando no fui al cole por el covid, me sentí…”

“Gracias por participar [nombre de tu peque] ¡¿Querés contarnos algo más?

¡Fue muy divertido entrevistarte! Mucha suerte para este año que cursará tu pequeña/o.”

¿Cómo me fue a mí? Confirmé que el recreo es sagrado, descubrí que mi hija quiere aprender matemáticas para poder comprar cosas (y que no la engañen). Pero también, que volver a la escuela la hace sentir emocionada. Nada mal, ¿no? 

Y jugando, jugando…si hay algo raro nos vamos enterando

Porque el juego de roles no sólo es mágico (me encanta definirlo así), sino que es a través de lo que los chicos procesan las cosas vividas. Si bien la mayor parte de las veces sólo juegan por placer, también les permite aliviarse y repetir para entender situaciones. Autosanarse.

Favorecer este tipo de juego entonces, no sólo nos va a dar un espacio para conversar, sino también nos puede dar la posibilidad de saber si hay algo que inquieta y que requiere que estemos atentos.

Y si no, tan sólo de divertirnos y conectar. Que siempre hace tan bien. 

Hagamos una pausa de las listas interminables de librería, el covid-19 y sus protocolos que poco podemos controlar y generemos un espacio para saber qué piensan y sienten nuestros peques. Tan sólo para estar.

Que lo disfruten. 

…..

Fuentes: 

. La importancia de los juegos físicos y de rol en los chicos durante la cuarentena:  https://www.lanacion.com.ar/salud/la-importancia-juegos-fisicos-rol-chicos-durante-nid2380598/ 

. Hablemos en familia: El encierro dejó secuelas que se notan en el aula: https://www.lanacion.com.ar/opinion/hablemos-de-familia-el-encierro-dejo-secuelas-que-se-notan-en-el-aula-nid19092021/?utm_campaign=later-linkinbio-maritchuseitun&utm_content=later-20713470&utm_medium=social&utm_source=linkin.bio 

. Criar hijos confiados, motivados y seguros, Maritchu Seitún.

El difícil camino hacia la maternidad

Toda la vida nos educaron para evitar el embarazo, pero ¿qué pasa cuando lo buscas y
no se da? Allí es cuando la reproducción asistida ingresa a tu vida, ponés el cuerpo y te sumergís en un mar de emociones.


Hablamos con Maru Pesuggi , autora de “Que me parta un milagro” y otras mamás, sobre qué cosas le pasan por la cabeza a una mujer mientras inicia un tratamiento de fertilización. “Puede que te empieces a sentir que “no servís”, y esto tiene relación a una concepción que viene desde la antigüedad que focaliza todo el problema en la mujer, cuando el problema puede venir de cualquier miembro de la pareja. Con el tiempo surgen otras emociones: incertidumbre de lo que puede o no suceder, miedo de no conseguirlo, inestabilidad en la pareja (si la hubiera) porque este tema atraviesa la intimidad en su totalidad, el celo de las panzas ajenas (otros embarazos), sentimiento de incomprensión del entorno, bronca y frustración.”

Silvana tiene 42 años y una hija de dos, nos cuenta que el hecho de no quedar embarazada le generaba sentimientos encontrados. “Antes de poder quedar embarazada el enterarme que otras personas estaban esperando un bebé me hacía sentir un poco mal. Pero no por ellos, sino porque no entendía el por qué me costaba a mí, por lo que hice mucha terapia, hasta que un día comprendí que tal vez no era mi momento”.

Volver a empezar
A veces el método de reproducción asistida no funciona y será necesario realizar varios intentos hasta conseguir el tan deseado embarazo. “Volver a intentar” parece un loop eterno. En cada tratamiento se espera el positivo, se pone el cuerpo al deseo y al sueño de la maternidad y el negativo se siente una trompada en la boca del estómago”, exclama Maru. 
Solange fue mamá a los 34 años, hoy sus mellis tienen cinco. Para esta mamá el antes, durante y después fue una odisea. Pasó por una preeclampsia, sus bebés nacieron a los 7 meses y estuvieron seis semanas internados en neo. Para Sol la búsqueda del embarazo fue una etapa compleja: “El tratamiento en su totalidad fue tan largo por todas las frustraciones que sentimos. Cada mes que no quedaba embarazada era como un duelo, llegué a tener depresión y tuve que recurrir a terapia”.


 
El miedo a perder lo que costó tanto
 
El test positivo y la felicidad de haber logrado el embarazo parece dejar atrás la ansiedad de la búsqueda, sin embargo, emerge otra emoción
Silvana nos cuenta sus miedos “se focalizaron a llegar a término, que no tuviera complicaciones el bebé.  Y casi lo tuve en reserva hasta cumplir los 6 meses. Evité fotos, salidas. Fue una decisión que tomé por ese miedo que da el perder embarazos”.
María Soledad es cardióloga, tiene 44 años y antes de quedar embarazada de su hijo
Ciro, realizó tres intentos de fertilización asistida. Ella comenta que luego de quedar
embarazada “estaba siempre angustiada, tuve una amenaza de parto prematuro, a los
5 meses, y siempre pensaba que no iba a nacer”
 

Un deseo postergado.


Hay otra realidad, y es la de las mujeres que pospusieron sus deseos de ser madre porque aún no formaron una pareja estable, o su compañero no tenía en sus planes la paternidad. También están las que pusieron toda su energía al desarrollo profesional y decidieron esperar.
Andrea, tiene 40 años, es soltera y va por su segundo tratamiento. “El deseo estaba solo que pensaba que iba a aparecer alguien para concretarlo y así fue como pasó el tiempo… Postergue la decisión más que el deseo, solo que cuando la decisión es de a dos era más difícil, mis dos últimas parejas no querían hijos”. Respecto a la contención que se necesita para afrontar este desafío, nos dice: “Es duro y es raro porque cuando no hay una pareja es como que no sabés cómo querés que te acompañen”. Andrea reflexiona que iniciar este proceso le permitió comenzar a mirarse desde otro lugar:
“Durante el tratamiento hubo un redescubrir de mi cuerpo, como un mayor
autoconocimiento y traté de cuidarlo más”

En línea con lo que manifiesta Andre, Maru Pesuggi aconseja que al momento de
entablar la búsqueda es necesario escucharse y observarse. “A veces con el objetivo de llegar al embarazo no nos damos cuenta que atropellamos todo lo que necesitamos: pausas, cambios, tiempos. No hay garantías, nadie las tiene, por eso este camino puede ser corto, mediano o largo. Sea como sea, lo ideal es ir dando pasos que también permitan disfrutar la ilusión de llegar a la maternidad.

Por Natalia Sana

La dificultad de dar la teta si no estamos acompañadas.

Comenzó otra semana mundial de la lactancia materna. Un momento de reflexión sobre el tema que va más allá de dar, o no, la teta.
En primer lugar, partimos de que amamantar siempre debe ser una decisión libre de cada madre. Además, están los casos de mamás que no pudieron dar la teta, o tuvieron que dejar de hacerlo en el ínterin por diversos motivos.
Sin embargo, para quienes deciden, y pueden, sostener una lactancia, se suelen encontrar con múltiples dificultades.

¿Qué necesitamos las madres?

Charlamos con Laura Krochik, presidenta de la Asociación Civil Argentina de Puericultura (ACADP), sobre qué cosas necesita una mamá para sostener la lactancia. “Creo que las mujeres para sostener la lactancia materna necesitamos fundamentalmente estar informadas, ser escuchadas y estar acompañadas”. Recalca que la información es poder, ya que no es lo mismo llegar a la lactancia inmediatamente posparto y tener nociones sobre una buena prendida, la bajada de leche, los tiempos del bebé, etc., que llegar sin
estarlo.
El tema del acompañamiento es otro de los pilares esenciales. Las mamás necesitamos sentirnos contenidas por nuestro entorno. “Es muy difícil dar la teta si no estamos acompañadas ya sea por una doula, o por nuestra madre, hermana, amiga, o por nuestro compañero. Dar la teta es muy complejo, requiere mucho tiempo, mucha dedicación, mucho cuerpo, mucho espacio,
mucha emocionalidad, y si no estamos acompañadas por alguien que nos sostenga a nosotras cuando nosotras estamos a la entrega total de sostener a otro, es muy difícil tener éxito en la lactancia”, agrega Laura.

La puericultura debe ser un derecho de todas.

Son innumerables los beneficios de la leche materna, tanto para la mamá como para el bebé. La OMS la recomienda de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Sin embargo, son pocas las instituciones de salud en las
que existen asesoras de lactancia que acompañen en las primeras semanas.
“Es indispensable que el Estado se haga cargo de poner en todos los ámbitos, donde las mujeres van a tener hijos, una puericultora. Hasta que no tomemos conciencia que la lactancia es responsabilidad de todos, vamos a estar siempre con índices muy bajos de lactancia materna porque es muy difícil el inicio de la lactancia sin acompañamiento, sin apoyo y sin información”, expresa Krochik.

Sin lactarios, al baño.

La vuelta al trabajo tampoco acompaña. No hay lactarios donde extraerse la leche ni almacenarla, tenés que hacerlo en un baño. Laura interpela al Estado y a la necesidad de políticas públicas que acompañen a las mujeres en la lactancia. Nos cuenta que su trabajo en ACADP, junto a otras profesionales, es asesorar a empresas y ministerios para fomentar espacios de lactancia.
También acompañan de manera gratuita en los hospitales públicos.
“Al momento de volver al trabajo los espacios no son amigables, no hay ninguna ley que nos proteja y que mínimamente nos permita volver al trabajo después de los seis meses. Por un lado, se nos dice que las mamás debemos amamantar seis meses de manera exclusiva, pero después nos dicen que a los 45 días debemos volver a trabajar. Las incoherencias a nivel Estado, a nivel política, al nivel leyes es total”, subraya.


Dar la teta es un acto de amor gigante, no sólo por el lado de los anticuerpos e inmunidad que le transmitís, sino por la conexión maravillosa que creas con tu bebé. Pero el comienzo de la lactancia a veces no es color de rosa. Mi inicio no fue fácil. Esperé casi seis días la bajada de leche, después de una cesárea. Lloré de dolor con dos mastitis en el trayecto, pero logré seguir adelante.
Si recién comenzás te digo dos cosas: paciencia y tranquilidad. No siempre es fácil, pero vas a poder, si vos querés y es tu elección.

La maternidad como motivación

Hoy es un día especial. Mi hija mayor cumple siete años. Si conocés la historia de De Madre a Madre, sabés lo mucho ( y todo) que ver tiene su nacimiento para que hoy vos, o cualquier persona que está del otro lado esté leyendo esto. Cuando Oli nació, me encontré con un torbellino de emociones que mucho ya he escrito en mi blog y en mis redes. La maternidad no fue tan fácil como me hicieron creer y como madre primeriza me encontré con muchos más desafíos de los que imaginaba. Entre estos, trabajar en mi motivación para no caer en que por convertirme en mamá, iba tener que relegar mi carrera y proyectos profesionales.

El cumpleaños de mi hija mayor me recuerda el nacimiento de mi bebé pero también, el nacimiento de un emprendimiento de una madre y una nueva mujer. En ese momento donde no sabia para donde encarar, de tanta incertidumbre y de sentir que todo recaía en mi, lo hizo muy difícil. Decidí abrir un blog para hacer catarsis. Aprendiendo a dejar de lado mis propios prejuicios, y creencias limitantes para hablar de lo que nadie decía. Nunca me imaginé que por este hito en mi vida, iba a llevarme a hacer lo que hago hoy. A conectarme con tantas mujeres y otras madres. Con un propósito claro, y fuerte. Diciendo que todo eso que vos sentís, yo también lo vivi y que mas allá de las dificultades, se puede.

En mi experiencia, me di cuenta lo mucho que tiene para aportar en nuestras vidas la maternidad. Tantas herramientas que incorporamos (sin querer queriendo) por asumir este rol, que no nos damos cuenta de todo lo que podemos lograr.

Es por eso, que hoy quería recordarles a las que me leen y siguen desde el inicio, o las que llegaron hace poco que está bueno ver la maternidad como una oportunidad. En mi, fue inspiración para emprender. Para ser y hacer lo que hago hoy en mi rol de mentora. Así que como tal, me tomo el atrevimiento de decirles…Mirá la maternidad como motivación y vas a ver que vas a encontrar la manera de lograr todo eso que te propongas. Y si te está costando, acá estoy para empujarte a lograrlo.

Con cariño, y gratitud a todas ustedes por estar del otro lado hace tanto tiempo siendo parte de esta comunidad

Tener un parto respetado es un derecho de todas.

Transitamos la semana mundial del parto respetado. Una instancia para visibilizar las situaciones de violencia que atravesamos las mujeres al momento de parir. Violencia que a veces hemos naturalizado como parte de la rutina médica. Prácticas no informadas, gritos, subestimación, entre otras. Ir a parir es un momento en el que sentimos mucha vulnerabilidad. Por lo tanto, necesitamos estar contenidas y ser escuchadas.

El parto respetado es la posibilidad de que cada mujer embarazada sea contemplada en su decisión de cómo parir y a recibir un trato digno. 

En Argentina, la ley 25929 garantiza el derecho a un parto humanizado como modalidad de prevención de la violencia obstétrica.

¿Cuáles son tus derechos?

A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas 

A ser tratada con respeto, y que se garantice tu intimidad.

A ser considerada como persona sana de modo que seas protagonista de tu propio parto.

Al parto respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y medicación que no estén justificados.

A ser informada sobre la evolución de tu parto y el estado de tu bebé.

A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación.

A estar acompañada, por una persona de tu confianza durante el trabajo de parto, parto y postparto. (Sí, sí, aún en tiempos de pandemia).

A tener a tu lado a tu bebé, siempre que no requiera de cuidados especiales.

Hagamos un plan

Te recomendamos elaborar un plan de parto y presentarlo ante la institución en la que vas a atenderte (googleá que hay varios modelos). Es un documento en el que expresas por escrito cómo te gustaría que fuera tu parto, para que el equipo médico conozca tus preferencias y las respete al momento del nacimiento de tu bebé. 

En este espacio promovemos que seas vos la protagonista. La decisión de cómo parir debe ser tuya, siempre que no implique un riesgo para tu bebé.

Parto vaginal o cesárea son formas de parir. No seremos menos madres por hacerlo de una forma u otra. 

Te animás a contarnos cómo fue la experiencia de tu parto: ¿Fue respetuoso? ¿Te permitieron estar acompañada? ¿Sabías de la existencia de esta ley? 

Por Natalia Sana

Si la maternidad es difícil en pareja, sola ni te cuento.

Soy Natalia, comunicadora social, docente y mamá. Esta es la primera nota que escribo para De Madre a Madre. Conocí a Fabi a través de una de sus charlas sobre cómo gestionar el tiempo cuando somos madres. Desde su espacio me brinda la oportunidad de compartirles diversas vivencias sobre la maternidad y esta vez lo haré sobre mi experiencia de madre soltera.

Cuando leí el resultado que me había enviado el laboratorio por mail, sentí un estupor por mi cuerpo. Decía positivo. Ese día tuve la certeza que mi vida iba a cambiar para siempre. Que, si bien no había sido buscado, decidí seguir adelante. El siguiente paso era contarle al padre, una relación que ya había dejado atrás. Al informar mi estado, desapareció. Desde ese momento supe que atravesaría el embarazo sola. Entonces me encaminé a proteger mi bienestar emocional y opté por ser pragmática. Capitalicé mis ahorros y a la par comencé con un micro emprendimiento online de ropa de bebé. Esto me salvó, porque me mantuvo enfocada en otra cosa, al margen de la futura maternidad. 

Con el nacimiento se produjo el cambio. Salí del sanatorio, y caí en la cuenta de que si bien tenía algunos familiares cercanos que me ayudaban en esos días, para cuidar a un recién nacido estaba sola. Mis ganas de dormir se juntaban con el llanto de mi bebé, con el cambio de pañal, con levantarme cada tres horas a preparar una mamadera y no había en quién delegar tareas.

La maternidad tiene días hermosos, algunos difíciles y otros muy agotadores. Pero cuando una es madre soltera, a veces se siente el doble. Toda la carga mental y responsabilidad sobre la crianza recae sobre una sola persona. Otra vivencia como mamá soltera es la necesidad de apoyo emocional, al no tener una pareja, hay días que suelen ser algo sombríos.

La vida profesional también se resiente y hay momentos que tenés la sensación que a veces no rendís como antes. Y es que nada volverá a ser como antes, por lo menos por un tiempo. De ahí surge la necesidad de reinventarse, de buscar nuevas formas de conciliar la maternidad con tipos de trabajos que se adapten a nuestra disponibilidad de tiempo, sin resignar la profesión, siempre y cuando la situación económica particular te lo permita o sea tu decisión. Además, la pandemia consolidó la virtualidad del trabajo hacia cualquier lugar del planeta sin trasladarnos y para muchas puede ser una magnífica oportunidad.

 Con esta nota quiero acompañar a otras mujeres que están pasando por esta misma situación. Para hacerlo, les dejo algunas recomendaciones que me hubiesen ayudado muchísimo cuando quedé embarazada:

  • Pedir ayuda siempre. Es significativo tener una red que te acompañe en la crianza, ya sea amistades y/o familia. 
  • No descuides tu salud mental, Es vital la contención emocional: hablá de lo que te pasa con alguien, si sentís que necesitás asistencia psicológica y tenés la posibilidad de ir a terapia, no lo dudes. Si no podés trasladarte, hoy existe la posibilidad de hacerlo virtualmente.
  • Organiza una lista de prioridades y agenda, para administrar el tiempo cuando es ínfimo y no olvidar las actividades importantes como controles pediátricos en los primeros meses, vacunas, compras, vencimientos de servicios, etc. 
  • Compra online y aprovecha los servicios de entregas a domicilio, te ayudan a ahorrar tiempo.
  • Pasá un ratito con vos misma. Si una amiga o familiar te puede cuidar a tu hijo un ratito, ni lo dudes. Pedile que lo haga y aprovechá para salir a dar una vuelta, descansar, mirar una serie o algo que sientas que necesitas para conectarte con vos misma o despejarte por un momento. Si no contratá a una niñera por horas o evalúa dejarlo un par de horas en un maternal.
  • Buscá tribu que sostenga en la crianza y apoye en lo emocional. Si no lo tenés porque tus amistades y afectos están lejos, (como es en mi caso que vivo a varios kilómetros de donde estaba mi entorno social), búscala en las redes. Me sirvió muchísimo sumarme a un grupo de crianza virtual y hablar con otras mamás, que al margen de estar sola o en pareja, compartimos vivencias y sentimientos sobre la maternidad, acompañándonos desde la compresión y el respeto. 
  • Respecto al tema legal, si después del nacimiento no llegaste a un acuerdo con el progenitor o se mantiene ausente, podés reconsiderar la vía judicial. Hay mamás que creen que es mejor no pedir nada y es respetable esa decisión. Pero hay que tener presente que, si hacemos un reclamo, no es por nosotras, sino por los derechos de nuestros hijos. Llegar a un acuerdo por cuota alimentaria, aunque sea ínfimo, puede constituir una ayuda a la hora de organizar las finanzas que con la llegada de un hijo se desordenan, y todo recae en un solo ingreso. 

Criar es un desafío, y cuando estás sola esto puede llegar a tener momentos duros. Por ello siempre que tengas la posibilidad de pedir o recibir ayuda, no la desestimes. Somos humanas y para maternar necesitamos sentirnos acompañadas.

Ahora me gustaría conocer tu experiencia de maternar y criar sola. Te leemos en comentarios. 🙂

Por Natalia Sana

¡Al fin! Volvemos al cole

No son todos los días que las cosas salen como esperamos. Si hacemos retrospectiva, sabe Ds que no esperábamos lo que vivimos desde hace un año.Lo que sí creo que venimos esperando todas o podría decir la gran mayoría de madres y padres, es que la pesadilla que vivimos se termine. Hablar de que se vaya la pandemia de un día para el otro sería bastante pretencioso de mi parte, pero me conformo con que mis hijas vayan a la escuela como se debe. Por momentos juro que sigo sin entender como tantas cosas “volvieron a la normalidad” mientras que se sigue evaluando y debatiendo si es correcto o no abrir las escuelas. No soy experta en educación.Lo que sí sé, es que mis hijas anhelan y desean con todo su ser volver a las aulas. 

El año pasado fue agotador. Más allá de la crisis, de la incertidumbre madres y padres tuvimos que hacer malabares desde casa intentando acompañar a nuestras hijas e hijos a que continúen aprendiendo y se formen. Independientemente de la dificultad (de nuestros PROPIOS momentos de dificultad), pusimos todo para brindarles uno de los derechos esenciales que deben tener: EDUCACIÓN.

Hoy me siento feliz porque finalmente pude mirar a mis hijas y preparar juntas su vuelta al cole. A pesar del protocolo. De haber llorado varias veces por no saber explicarle porque no se podía ir a la escuela, o porque el Covid no se fue…. A pesar de lo que vayan o no poder hacer en las aulas. A pesar de todo eso, de lo loco y complicado que pueda parecer…Me siento feliz, privilegiada y agradecida de que finalmente puedan volver a clases.


Hay una frase que me gustó mucho y que creo es importante tenerlo presente siempre, pero hoy más que nunca….

«La educación no debería ser un problema, la educación es una oportunidad».

Les deseo un feliz comienzo y que nuestros hijos e hijas puedan tener un gran y completo año escolar! 🙂