4 controles médicos imprescindibles para la vuelta al cole

¡Hola, soy Mariela. Andaba por allí y la vida me cruzó con Fabi y esta gran comunidad de De Madre a Madre. Soy mamá, emprendedora y me encanta escribir, así que la propuesta es aportar contenido que te sume en este día a día tan hermoso, pero que a veces puede resultar algo abrumador. Espero te sea útil y lo disfrutes tanto como yo al prepararlo.

Pero hagamos foco. ¿Estás ansiando la vuelta al cole de tus peques tanto como yo? Si es así, tengo algo que decirte: ¡No tan rápido! Antes, hay varias cosas por hacer. Por ejemplo, los controles médicos.Hoy quiero contarte cuáles son los recomendados y por qué, aún en pandemia, podría ser más riesgoso omitirlos que llevar a nuestros hijos al consultorio.

Como mamá, tengo algunas ideas, pero a la hora de hablar de salud, mis inferencias serían poco serias. Sobre todo, porque estamos atravesando una pandemia y, dentro de esta nueva normalidad, nos da cierto temor de exponer a nuestros hijos. Nuestra alarma interna se enciende y suena lógico. Por eso, conversamos con Agustina María García Llorente (MN 148510) que es médica pediatra(@s.o.s.mama) y nos dio información concreta. Esa que atesoramos y te resumo para que tengas muy a mano

Entonces, ¿cuáles serían los controles antes de volver al cole?

. El pediátrico: porque no sólo nos va a dar una visión general de cómo está nuestra hija o hijo, sino que va a revisar su libreta de vacunación. Y si algo se nos escapó o nos toca, nos va a poner al tanto. 

. El odontológico: para chequear fundamentalmente ausencias de caries y o que podamos resolverlas antes de que se generen molestias.  Ver si los dientes están creciendo (o tal vez cayendo) con normalidad y por qué no, repasar cómo los estamos cuidando.

. El oftalmológico: super importante para asegurarnos que nuestros hijos están viendo bien. Sobre todo prepararlos, dependiendo la edad, para el contacto estrecho con letras y números.

. El fonoaudiológico: nuestros hijos van a relacionarse mucho más yendo al cole y van a tener que atender consignas. Sería interesante entonces, contar con una audiometría de referencia y  asegurarnos que todo está bien para que puedan comunicarse (personalmente, esto se nos pasó así que terminé esta nota y ya reservé un turno).

Estos controles sólo encabezan los ideales. Si notamos algún cambio o síntoma, podemos agregar los que sean, o aprovechar el primero, y conversar con nuestro pediatra. Si considera conveniente hacer una consulta con otro especialista, nos lo va a decir. Y si no, puede orientarnos y darnos tranquilidad.

Pero, ¿es conveniente en este momento ir a los distintos consultorios?

La respuesta fue un rotundo . Agustina nos explicó que los consultorios médicos, después de un año de pandemia, cuentan con protocolos claros y están habilitados para atender chicos sanos

Siempre tenemos que tomar nuestros recaudos para asistir:  tapaboca, alcohol en gel y estar atentos con el distanciamiento social. Pero debemos atravesar nuestros miedos y animarnos. Más temor debería darnos el omitir esos controles y que exista algo que no estemos viendo.

¿Es imprescindible hacerlos? ¿Qué pasa si los pospongo un poco más?

Quizá nada. Quizá algo. La función de los controles es la prevención. Y es justamente lo que la mayoría pasamos por alto el último año. Cuando lo hacemos, si hay algo que no marcha bien y, como mamás y papás todavía no lo notamos, podemos hacer una gran diferencia. Porque ganamos tiempo; tenemos más herramientas. Y lo más importante: tal vez podamos evitar a nuestra hija o hijo vivenciar el trastorno

Así, por ejemplo, si descubrimos que su visión no es buena, podremos hacerle sus lentes y anticiparnos a un posible problema de lecto-escritura que incomode su aprendizaje.Desde el minuto cero, la salud de nuestros peques es crucial para nosotros. Y es tanto física como emocional. De hecho, el año pasado sus cuerpitos nos hicieron saber que estaban sufriendo mostrándonos, en muchos casos, regresiones. Estemos atentos y, cuando los temores nos acosen, con amor y precaución, intentemos hacerlos a un lado. 

Nuestros hijos necesitan volver para, paradójicamente, avanzar. Cuidemos ese regreso para que puedan seguir adelante. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién?

¿Ya estás mirando la agenda? Por favor, contános cómo les fue.