El sentido del humor: un recurso para encontrar el equilibrio emocional.

Siempre se dijo que las mamás somos capaces de manejar infinidad de cosas. Y si alguna duda quedaba, en este último tiempo creo que fue absolutamente despejada. Pero somos humanas. Y como tales, vivimos situaciones en las que necesitamos recursos a los que aferrarnos como una tabla en el mar en esos días en que sentimos que nos hundimos. Berrinches, presiones laborales, pendientes interminables, horarios, emociones encontradas. Y la lista podría continuar. Por eso quiero poner sobre la mesa un recurso que siempre da que hablar: el sentido del humor.

Mi curiosidad se disparó y estuve leyendo material y reflexiones interesantes que quiero
compartirte:
. Freud en su obra “El chiste y su relación con el inconsciente” explica que el humor es la
manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo
«. Debido a esto es
que recurrimos a él ante situaciones difíciles. Porque el humor no niega la realidad, sino que
nos ayuda aceptarla.
. Cuando aplicamos nuestro sentido del humor podemos reír. Y la risa es una de las 3 formas en que el cuerpo genera endorfinas, las hormonas encargadas del placer. Estas hormonas,
confirmado por la medicina, poseen efectos reconstituyentes, analgésicos y antiinflamatorios para
nuestro cuerpo.


. El humor es contagioso. Por eso cuando vemos algo gracioso, tendemos a viralizarlo y así entrar
en sintonía con otras personas.
. Actúa como un paliativo ante un problema. No lo resuelve, pero nos ayuda a atravesarlo y
nos motiva para sobrellevarlo mejor. Nos aporta energía para enfrentar la situación.
. Según la teoría psicoanalítica, su función es permitir la descarga de tensión nerviosa
excesiva, pero en formas socialmente aceptables.
. El sentido del humor no es innato; se educa y se potencia a lo largo de la vida.


¿Qué te parece? Podría ingresar a nuestra lista de favoritos, ¿no? Por supuesto que no siempre es posible aplicarlo, pero sí en muchísimas situaciones. Y de conseguirlo, estaremos mejor preparados cuando nos toque atravesar momentos en que recurrir a él no sea una opción. Así que, si todavía no lo pusiste en práctica, te dejo 3 sugerencias personales que suelo utilizar en mi vida diaria para que te animes a experimentar:


– Disrupción. Sorprendé y sorpréndete con una reacción inesperada que quiebre el clima tenso.
Una experiencia: Mi peque de 2 años estaba en pleno berrinche a unos minutos de una de mis reuniones laborales virtuales. Empecé a simular mi propio berrinche que se iba convirtiendo de a poco en saltos y un baile con caras raras. La curiosidad pudo más y dejó de gritar para mirarme.
Resultado: no estallé y lo resolvimos más rápido.


-Metáforas y analogías: Probá comparando tu situación con otra que pudiera ser más dramática.
Una experiencia: Entregué un trabajo de ilustración omitiendo 6 imágenes. Enojo, frustración,
vergüenza. Entonces me dije: “Menos mal que no soy cirujana”. Resultado: Más tranquila y con
otra predisposición, llamé al cliente para comentarle personalmente el problema, hacerme cargo de
la situación e informarle cómo pensaba resolverlo.

-Reíte en vez de reaccionar: Cuando notes que estás a punto de explotar, podés intentar ver y
decir algo gracioso sobre la situación para cortar la tensión.
Una experiencia: Discusión con mi pareja. Ambos creemos tener la razón, ninguno planea ceder y
la discusión va in crescendo hasta que mi pareja me dice: “Para que veas que tenés mucha suerte
de tenerme, hoy la razón es tuya. Me debés una”. Resultado: Me descolocó y sonreí. La tensión
bajó y luego resolvimos la cuestión charlando. Y si simplemente tenés un día de esos en los que crees que no fue una buena idea levantarse, te invito a tomarte un café mientras mirás memes, perfiles o sitios web de humor. Seguro encontrarás muy buen material que te corra de ese mal día.

Recordá que nuestros hijos nos observan más de lo que creemos (y a veces quisiéramos). Quizá también sea interesante mostrarle distintas formas de manejar nuestras emociones y puedas capitalizar ese mal día viéndolo desde la perspectiva de la enseñanza.
Sabemos bien que la vida no es color de rosa, pero también sabemos que nuestra actitud es lo que hace la diferencia. Y lo que me sirve a mí, no necesariamente te sirva a vos, pero te invito a que te animes a buscar, a crear tus propias herramientas. Lo importante es que no te rindas, que como dice la frase de B. Borcherdt: “Si podemos reírnos de un problema, está resuelto”.
…..
Fuentes:
. Freud, S. (1992). El humor. En: Obras Completas Tomo XXI. Buenos Aires: Amorrortu editores.
. Freud, S. (1991a). El chiste y su relación con lo inconsciente. En: Obras Completas Tomo VIII. Buenos Aires: Amorrortu
editores
. Artículo “Beneficios de tener buen humor para nuestra salud”
. Artículo: “El humor como defensa: las virtudes de la risa en tiempos de coronavirus”
. Jorge Bucay “La importancia del buen humor

Parejas tóxicas: Claves para salir de esas relaciones

Las parejas tóxicas se tratan de relaciones que suelen pasar del bienestar al malestar en muy pocos segundos porque en todos los casos uno de los componentes del vínculo construye efectos amenazantes llevando al otro a un estado de alerta donde el desenlace siempre es impredecible.  Se vive en un estado permanente de incertidumbre amorosa en el que las personas terminan con una enorme caída en su autoestima y en su identidad. 

La característica principal de este tipo de vínculos es que son relaciones que generan sufrimiento, dependencia y malestar físico y emocional y a pesar del malestar que generan no pueden disolverse ni cambiar. Las personas que establecen este tipo de vínculos suelen tener una autoestima baja y este tipo de relaciones adictivas, tóxicas, co-dependientes no suelen ser aisladas ni casuales. 

Manipulaciones y agresiones

“La importancia de hablar de relaciones tóxicas en mujeres que son madres está dada en poder hacer visible no solo lo insalubre del vínculo para sí mismas, sino el impacto negativo que deja en los hijos así como el modelo a seguir que como madres le trasmitimos a nuestros hijos quienes son nuestros espectadores permanentes. En espacio de terapia ellas relatan con mucha naturalidad situaciones cotidianas repletas de manipulaciones o agresiones que no suelen percibir como tales o que al hacerlas visibles las consideran su responsabilidad porque eso les han hecho creer sus parejas”, explica a De Madre a Madre Natalia Cociña, licenciada en Psicología. (@natalia_cocii).

“Algo tóxico es algo que nos hace mal. Se les llama así a aquellos en los que una o ambas partes sufren más de lo que disfrutan, se ven sometidos al desgaste emocional para convencerse de que se puede salvar la unión, y así van y vienen en un círculo nocivo que es muy difícil detener. El quid de la cuestión es que no elegimos sentirnos atraídos por alguien voluntariamente; ni decidimos inclinarnos por unas personas más que por otras. Gran parte de la dinámica de las motivaciones que nos impulsan a preferir a alguien son procesos inconscientes y que no dependen de decisiones racionales. Los procesos que llevan a una persona a preferir a otra parten de la propia estructura psicológica y de sus experiencias de vida”, expresa a De Madre a Madre María Gabriela Simone, psicóloga especialista en sexualidad y pareja. (@licenciada.simone)

Muchos parejas que tienen conductas tóxicas con sus mujeres o con sus ex mujeres lo hacen atacando su rol materno. Por ejemplo, un ex marido intenta controlar de manera recurrente los movimientos de su ex mujer cuestionando que si sale no le dedica tiempo a sus hijos, que los está abandonando, que los niños no deberían quedar a cargo de otra persona,  que antepone sus necesidades ante las de sus hijos, que prioriza, por ejemplo, gastar en un vestido para salir antes que en ropa para los chicos.  

“Todas esas conductas son más comunes de lo que uno cree y ello impacta en estas mujeres de manera muy visible dejando de lado su vida social por temor a los cuestionamientos. Entonces, comienzan a preguntarse sobre su rol materno, sienten culpa porque les han hecho creer que fueron egoístas, y ello impacta, inevitablemente, en su autoestima (que ya suele ser baja) produciéndoles inseguridades y temores. Independientemente de la edad que tengan sus hijos (bebes, niños o adolescentes) es utilizado el rol materno como forma de control y de manipulación sobre la mujer”, dice Cociña.

¿Qué hacer para salir de estas relaciones tóxicas?

Cociña cuenta que luego de un tiempo en terapia logran comprender que quedándose en ese sitio sus hijos observan e incorporan como algo natural la toxicidad en un vínculo amoroso que más adelante los perjudicará. 

“Logran salir, son mujeres que vuelven a sonreír, cambian su forma de vestir, se animan a tomar decisiones que sean satisfactorias para ellas aunque no sean funcionales a los deseos de los demás. Elevan notoriamente su amor propio y, finalmente, expresan un conjunto de emociones positivas por correrse de un vínculo tóxico y reconocer que no volverían a un sitio así ni por ellas ni por sus hijos. Muchas veces, las mujeres que son mamás llegan con la convicción que deben ´soportar´ ciertas situaciones tóxicas por sus hijos y es justamente por sus hijos que deben salir de allí, uno no tiene que permanecer como modelo de algo que no quiera para el futuro de  sus hijos”, afirma Cociña. 

Claves para salir adelante 

-Tomar consciencia de que se vive mal y se sufre. 

-Abandonar la queja y ocupar un rol activo en busca del bienestar psíquico. 

-Desear vivir mejor, cambiar y dejar de sufrir. 

-Ninguna excusa es válida o es suficiente para permanecer en una relación tóxica. 

-No debemos ser funcionales a nadie cuando implica posteriormente padecer sentimientos de culpa, temor o angustia.

-Buscar en nuestro interior si estamos donde queremos estar y poder identificar sentimientos y emociones.

-Buscar apoyo en aquellas personas que son capaces de escuchar y acompañar sin juzgar, ni criticar, ni maltratar. 

-Fortalecer la autoestima y creerse merecedores de algo mejor.

(Por Alejandro Gorenstein, periodista y escritor)

@alegorenstein