¿Aprendiendo a delegar? Claves para dar un buen feedback

Como mamá, mujer y emprendedora seguro habrás descubierto ya que una de las claves para sobrevivir es delegar 😉. Pero esa es otra nota. Hoy nos vamos a centrar en una de las partes de ese proceso. Esa que puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso: el feedback. 

Te voy a contar cómo lograr que dar feedback no sea un proceso incómodo y además cómo filtrar tus observaciones y asegurarte una buena devolución. 

Pero antes, pongamos en claro que cuando digo feedback, me refiero a esa devolución o info que damos a quien elegimos para llevar adelante alguna tarea por nosotras. Y aplica a todo: a tercerizar un trabajo, a encargar el cuidado de nuestros hijos, encomendar la limpieza de casa…a lo que necesites. 

Ahora que sabemos que hablamos de lo mismo, el punto es que muchas veces este proceso cuesta. Nos da cosa, callamos y ocultamos nuestra disconformidad como si fuera a desvanecerse; o tal vez, sentimos que podemos herir al otro por criticar lo que hace. Y ninguna de las 2 posturas nos sirve.

aprender a delgar y dar feedback-de madre a madre

¿Cómo hacemos entonces para dar feedback sin que resulte incómodo?

Van algunas sugerencias que pueden ayudarte a cambiar tu perspectiva:

  • Correte de la idea de crítica hacia la de ayuda. Pensá en que lo que señales puede ayudar a alguien a mejorar en algo. 
  • Tené presente que no se trata de calificar a una persona, sino sólo de analizar uno de sus trabajos.
  • Aceptá desde el inicio que delegar es un proceso y, como tal, requerirá ajustes de ambas partes. Si pretendés desde el minuto 0 que todo fluya, es posible que te frustres y te des por vencida.

Un detalle importante: cuando nos toque a nosotras recibirlo (si si, en algún momento también estaremos de ese lado), te sugiero volver sobre esto 👆. Porque muchas veces lo vivimos como una crítica personal y nos cuesta despegarnos de eso para poder ajustar un trabajo y tan sólo seguir adelante. 

Ahora, más importante que dar una devolución es dar una buena devolución. De lo contrario, la frustración llamará a tu puerta vestida de pensamientos como “hubiera sido más rápido si lo hacía yo”, “no entendió lo que le pedí”, “siento que no se comprometió con el trabajo”.

¿Cómo asegurarnos que estamos dando un buen feedback?

¡Tranquila! Van tips: 

  1.  Invertí tiempo y dedicación. El no hacerlo en una primera instancia te llevará a dar una devolución a cuentagotas. Esto sólo extenderá el proceso y generará una mala predisposición. Vos a demorar más en obtener lo que necesitás y la otra persona sentirá que su trabajo y tiempo no son valorados. Mala combinación.
  1.  Sé clara. Intentá dar ejemplos concretos que permitan visualizar lo que planteas o lo que no te convence del trabajo. Es muy distinto decir: “los chicos pueden ver hasta 1 hora de dibujitos por la mañana y la tablet sólo la usa Julieta hasta 1 hora después de hacer la tarea”, que decir “no quiero que los chicos miren muchos dibujitos; Julieta puede usar la tablet un rato por la tarde”.
  1. Permití accionar. Planteá ajustes y correcciones desde lo funcional en lugar desde el no me gusta. Podemos decir que quisieras probar la combinación de blanco y beige en reemplazo del rosa pastel y marfil, en lugar de decir “no me siento cómoda con esos colores” que no dice mucho en sí.

Te propongo algo. La próxima vez que tengas que dar feedback, anotá un punteo de lo que vas a comentar (con unas notas es suficiente 😉) y revisá cada punto según estos 3 filtros. Al inicio, podrá no ser tu mejor feedback, pero te prometo que vas a notar un gran cambio.

Si te sirvió, no te olvides: lo bueno se comparte.