Las chicas también somos tecnológicas

Hace muchos años trabajo en la industria digital. Pasé de trabajar para agencias interactivas a multinacionales de tecnología ( aparatitos que hoy si o si tenemos todas). No fue un camino fácil el que me tocó. Me costaba muchísimo que me promocionen porque siempre, había algún compañero más «idóneo» para el puesto. Mi jefa y yo, sabíamos muy bien que el no entendía nada de redes sociales, pero por alguna razón (que espero que se lo haya quitado de la mente) él era más a fin al público objetivo. En la cabeza de mi jefa la tecnología no era algo interesante para las mujeres. ¿Cómo podría empatizar yo siendo mujer con los potenciales clientes hombres?

Por suerte vamos evolucionando, y las mujeres somos tan consumidoras de la tecnología como también especialistas en trabajar en este rubro. Hace unos días recibí el libro de las » Chicas en Tecnología» y me pareció oportuno invitarlas a charlar conmigo que además de compartir el inicio de este emprendimiento, también nos cuenten qué las hizo crear esta organización que hoy se convirtió también en libro.

1. ¿Cómo surge Chicas en Tecnología?

En 2015, (Melina Masnatta, Mariana Varela, Carolina Hadad y Sofía Contreras) fundamos Chicas en Tecnología como una forma de dar respuesta a una problemática que todas, desde distintas disciplinas, habíamos experimentado: las mujeres no están representadas en el mundo de la tecnología. Las cuatro venimos de diversos ámbitos de la tecnología (educación, programación, emprendimientos y diseño) y, luego de haber vivido cada una desde nuestro lugar la falta de diversidad que existe en el mundo de la tecnología, y sabiendo que un equipo con multiplicidad de visiones y contexto trabaja mejor y genera mejores productos, decidimos formar Chicas en Tecnología para que más mujeres consideren la tecnología entre sus opciones profesionales.

2. ¿Cuál es el mayor desafío con lo que se encontraron al crear este emprendimiento?

Por nuestra experiencia en el mundo emprendedor y nuestra cultura de trabajo basada en datos para la toma de decisiones, decidimos empezar en un primer momento con programas puntuales que nos permitieran validar nuestra hipótesis: las adolescentes tienen muchísimo que aportar en el mundo tecnológico, solamente necesitan el contexto, las oportunidades y el  acompañamiento adecuado. Así fue que nació nuestro primer programa Programando un Mundo Mejor, que apunta a una experiencia inmersiva en el mundo de la tecnología para que pasen de ser usuarias, a creadoras de soluciones tech con impacto social. Cuando empezamos en 2015, estos temas no estaban en agenda como lo están hoy, por lo que en su momento nuestro principal desafío fue generar un posicionamiento en la agenda de la sociedad sobre su importancia y un trabajo sostenido y de calidad novedoso para un país y región que no suele ser productor de tecnología. Así como también asociar el impacto social con valores y metodologías emprendedoras. El trabajo de Chicas en Tecnología es sistémico y articulado con diferentes referentes: desde escuelas secundarias hasta empresas, startups, universidades, organizaciones de la sociedad civil, familias y municipios o gobiernos. Nuestra propuesta formativa se extiende por años y busca generar ecosistemas para que las adolescentes mujeres, desde su lugar y con su tecnología, puedan transformar el mundo. Nuestro objetivo compartido es motivar, formar y acompañar a la próxima generación de mujeres líderes en tecnología.En este trabajo nos dimos cuenta también de que no había investigaciones oficiales, sabemos que lo que no se mide no puede transformarse y por eso también creamos un área de Investigación con el que contribuimos a la sociedad con datos y conocimientos sobre la brecha de género en tecnología. Actualmente, trabajamos con un enfoque sistémico y mirada regional para formar, motivar y acompañar a mujeres adolescentes de LATAM. Del 2015 al 2020, Chicas en Tecnología alcanzó 18 países con propuestas digitales y gratuitas y +7000 jóvenes fueron parte de nuestros programas e iniciativas. Ellas, la nueva generación de mujeres líderes en tecnología, crearon +700 soluciones tecnológicas con impacto social para resolver problemáticas de sus comunidades.

3. ¿Cuánto consideran que tuvo que ver la educación que recibieron de sus padres y madres para empezar este proyecto?

Tal vez no tanta, pero sí rescatamos la importancia del entorno y cómo nos afecta desde que somos chicas, tanto por la positiva (el acompañamiento, los consejos, etc.) como por la negativa. En algunos casos nosotras llegamos a la tecnología casi de casualidad o enfrentando negativas concretas de nuestros entornos más cercanos. Chicas en Tecnología es la organización que nos hubiera encantado que existiera mientras crecíamos.

4- ¿Consideran que la maternidad y paternidad tiene un rol clave en la equidad de género?

(Carolina Hadad) Totalmente. Soy madre de un niño de 2 y medio y veo ya desde tan chico cómo mucha ropa, los juguetes y las actividades apuntadas a varones y mujeres reproducen estereotipos de género. El mensaje externo es tan grande que creo que el ejemplo que mostramos como familia es fundamental para hacerle saber que va a tener nuestro apoyo para poder ser quien él es y fomentar que pueda crecer haciendo su parte para desnaturalizar violencias. Ejemplos tan chicos como la manera en la que distribuimos las tareas del hogar (y cómo lo involucramos a él en esto), cómo nos comunicamos entre nosotros y con otros, cómo reaccionamos ante un NO son importantes para que mi hijo tenga las herramientas para poder aportar en la causa de la equidad de género.

5- Si pudieran volver a sus 10 años. ¿Qué te dirías?

(Mariana Varela) En lo particular, me diría que aproveche más esos momentos de exploración intercambiando roles en el juego, que disfrute a pleno jugar construyendo para mejorar mi habilidad espacial.

6- ¿Por qué un libro?

Chicas en Tecnología surgió como respuesta a la problemática de la brecha de género en el ecosistema tecnológico. El libro tiene como propósito compartir nuestra experiencia, creando una solución de calidad, con mirada local, abordada desde una perspectiva sistémica, basándose en evidencia, que potenció y escaló el alcance de sus propuestas y se posicionó como una organización referente en los ámbitos educativos y de emprendimientos sociales. Uno de nuestros sueños es que el libro esté en cada biblioteca escolar, que lo puedan explorar en clase y descubrir qué les pasa a niñas, adolescentes y mujeres en cada momento único de sus vidas. 

7- ¿A quién está dirigido el libro?

En general, a personas que están interesadas en conocer más sobre la brecha de género en tecnología. Especialmente, a cada una de las adolescentes que quieren ingresar en el mundo de la tecnología y la ciencia y, por una razón u otra, no lo logran o lo están atravesando con desafíos. Queremos que este libro les de herramientas, información y confort de que estamos trabajando para que la realidad cambie, pero necesitamos que seamos todos parte de la solución: la familia, la escuela, los establecimientos educativos superiores, las empresas y el Estado.